El declive

El Bocha se sentó en la silla de plástico y dejó la cabeza colgando entre las palmas de las manos, se quedó mirando cómo las gotas de transpiración que rodaban por su nariz, como si fuera un tobogán, iban dibujando un redondo cada vez más grande en el piso de cemento.
— Loco, damos asco. Así no se puede seguir —dijo Lucho resignado, mientras desenrollaba las vendas de su tobillo.
El Bocha levantó la cabeza y vio que además de ellos dos, solo estaba el Loro. Los demás habían dejado los billetes y se habían sentado en otra mesa. El Loro estaba sentado con las piernas estiradas, con una mano se frotaba la panza enorme apenas cubierta por su remera de San Lorenzo y con la otra sostenía una botella de Coca. La soltó y largó un eructo que hizo sonreír al Bocha, quien tomó la botella, pero no bebió, sino que empezó a hablar.
— ¿Sabés lo que pasa? Esto, el fútbol este, es como un baile, ¿entendés? Cuando abre un boliche bien puesto se llena de vagos y minas que están 7 u 8 puntos. Nuestros partidos arrancaron así. Pero después el bailongo empieza a caer. Bueno, acá la cosa empezó a declinar cuando algún boludo lo invitó al Rasta. Cuando el boliche empieza a dejar entrar minas de 4 puntos empieza a caer la calidad de toda la gente que va. ¿Me seguís? —preguntó el Bocha, sin hablarle a ninguno de los dos amigos en particular, como si en realidad se preguntara a él mismo si iba bien con la historia, para ver si a él mismo le parecía que tenía sentido lo que iba pensando en voz alta, y por fin tomó un trago de Coca—.
Los amigos lo miraban en silencio, y esperaban que pasara la gaseosa.
— Las de 7 y 8 son forras generalmente, entonces cuando ven que hay chicas de 4 tienen miedo que las vean en el mismo boliche, o que se yo, la cosa es que dejan de ir. La mina de 4 puntos sabe que es un 4, ¿entendés? Entonces, ¿qué hace? Compensa, ¿o no? Se compra buena pilcha, se maquilla bien, presenta amigas, paga birras, es cómplice en los chistes, hace todo lo que puede hacer con sus armas, ¿sí o no? Es bicha, es pícara —ahora los dos amigos lo miraban interesados, les intrigaba saber cómo iba a unir el tema del bailongo con el desastre que era el equipo hacía meses—. En cambio este tipo, el Rasta no compensa ni mierda. No sé si él no sabe que es un 4, o sabe que es un choto y no le importa. Pero la cosa es que no compensa el ser un choto con poner una patita fuerte o correr un poco; o sea este ni se empilcha, ni se maquilla ni se paga las birras, ni nada. Es como si la mina fea llegara al baile con el maquillaje corrido, se tirara un eructo como el Loro y se durmiera en el sillón. Esa mina no cogería nunca, ¿es así o no? Bueno, este tipo en la cancha no coge nunca. No lo quiere nadie en su equipo, pero acá está. Se metió al equipo de rebote y ahora no lo podemos sacar ni con los guardias de seguridad.

Lucho se reía y le daba la razón. Con un gesto le pidió la botella, se mandó un par de tragos, hizo un movimiento como si hiciera gárgaras y después trago. Le ofreció la Coca al Loro, que la rechazó, mientras se seguía acariciando la panza.
— ¿Y qué pasa después? Cuando falta alguna de las minas de 7 y 8 que quedaban, las de 4 empiezan a meter amigas, que a veces son un 5 con suerte, pero lo normal es que sean de 4 para abajo. Entonces los muchachos que iban, digamos que también eran de 6 o 7 puntos, empiezan a abandonar el bolichón, o tratan de ponerse de novio urgente con las pocas minas lindas que le quedan y después se van del boliche para no volver nunca más. Entonces las pocas muchachas de 7 y 8 que quedaban se dan cuenta que el boliche ya no es lo mismo, ya no hay pibes facheros y las chicas no son las mismas que había cuando ellas arrancaron a ir al baile. Incluso, escuchá esto, incluso también cambió la música, ¿entendés? Últimamente escuchan cosas que no les gustan y ellas también abandonan el baile. Cuando el dueño del boliche se quiso dar cuenta, todo el boliche es de 4 puntos.
Pidió de nuevo la gaseosa, tomó unos tragos, la dejó sobre la mesa y carraspeó para continuar con su teoría.
— Yo creo viejo, que acá estamos quedando los últimos guapos de 7 puntitos y los últimos 4 que compensamos ser unos chotos, si el Rasta sigue viniendo y sigue colando amigos, en cualquier momento pido la cuenta y me voy a otro boliche.

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